Si has llegado hasta aquí, enhorabuena por que eres uno de los elegidos y significa que formas parte de una grandísima comunidad. Queremos invitarte a la segunda acampada rolera de Crónicas de Ériandos en las que podrás disfrutar de un fin de semana único.

San Yago de Cañadulce, Emperador de Luz, ha ascendido al poder hace casi un año, tras la prematura muerte de toda la familia Imperial de Lanzapálida y varios meses de gestión del Consejo Imperial. Al principio era uno de los candidatos más queridos y aclamados por el pueblo y se encontraba entre uno de los más fervientes seguidores de la Élandir. Sin embargo, no todo el mundo se ha tomado bien sus decisiones.
Ha endurecido las políticas imperiales contra la magia, volviendo a plantar hogueras en las plazas de la capital y quemando a cualquiera del que se sospeche que ha quebrantado las limitaciones impuestas a la magia o que la usa en contra «de los intereses del imperio».
En el imperio, la libre elección es algo muy importante, y ha permitido que la guardia de la capital imperial, la ciudad de Luz, retire su apoyo al emperador y se disuelva, siendo substituida por una milicia de la rama eclesiástica más afín al emperador y conocida por su tendencia a las interpretaciones más extremas de los dogmas de la Élandir.
Estos cambios van exportándose de la capital al resto poco a poco, ya que el imperio es tan enorme que abarca lugares muy lejanos, algunos a muchos meses de viaje de la capital. Para mantener al pueblo de su lado, el emperador a organizado un torneo en su propio honor, para ensalzar su figura y «encontrar a los mejores combatientes del Imperio».
Como es imposible reunir en poco tiempo a todos los posibles candidatos, el emperador ha decidido organizar pequeños torneos locales por todo el imperio, cuyos ganadores irán viajando hacia el interior a la vez que van superando fases del torneo, hasta al final reunir a los mejores en la capital, dando un espectáculo que dure en el tiempo y que esté en todos los lugares, para centrar en ellos la atención de la gente.
León, un mercenario del norte al servicio del emperador, ha viajado hasta uno de los confines más alejados del imperio para organizar una de las primeras fases del torneo, en un punto estratégico cercano a varias poblaciones imperiales, pero lo bastante alejado de todas como para que solo aquellos que deseen participar en las pruebas, aquellos que les acompañen o aquellos cuya curiosidad les haga emprender el viaje acudan.
La guardia de cada localidad tiene orden de extender una invitación con el sello imperial a cada persona que quiera viajar hasta el torneo, ya sea para competir, tratar de vender sus mercancías o simplemente disfrutar del espectáculo.
¡Echa un ojo a algunas fotos de esta edición!



















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Tengo ganas de ir y probar todas las cosas
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